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¡Saca a Xavi Grande!

José Martí

Hay decisiones del míster que no terminamos de entender.


Nunca habíamos visto lo sucedido en el Ciutat: clamar toda la grada pidiendo unánime un cambio, “Calero saca a Espí”. Aprendida la lección de cómo reclamar las cosas al madrileño de forma educada sin tacharnos de agoreros, a grito pelado, el domingo ante el Mirandés podemos entonar desde el primer minuto un unánime “¡Calero saca a Xavi Grande!” en vista del actual rendimiento de los laterales. O, ya puestos, hacerlo en el calentamiento para no gastarle ventanas.


El míster aduce como excusa que no saca a los chavales para “cuidarlos”. Los retiene lejos del césped por una suerte de misterio por el que, según parece, es preferible conservarlos quietecitos en el banquillo antes que utilizarlos para lo que están ahí, para jugar al fútbol. ¡Ah!

Son argumentos de entrenador antiguo, un tanto desfasados, que resultan poco creíbles cuando, en primer lugar, se lo aplica por sistema a todos los chavales de la cantera por igual, tabla rasa sin distinción; y, en segundo lugar, cuando cada jornada vemos consolidarse en la élite a chavales más jóvenes. Ahí tenemos a los Lamine, Gavi, Asencio, Cubarsí, Jesús Rodriguez del Betis, Pablo Barrios, Fermín… que echan por tierra la absurda teoría gerontocrática y proteccionista de Calero.


Alguien debería explicarle al técnico la idiosincrasia del club, la situación financiera y la actual necesidad de ventas del llamado “talento de base” estilo Andrés García, lo que -evidentemente- solo es posible si juegan.

Aunque puestos a ver cosas increíbles, tampoco habíamos visto nunca en el Ciutat a 1.200 músicos tocando al unísono. Ni Amparito Roca ni, por supuesto, el nuevo pasodoble granota de Martínez Alpuente, “Del Marítim a Vallejo”. Maravilloso.


Ni recordamos haber contemplado sobre el césped un jugador granota tan desequilibrante como Carlos Álvarez. Nunca. Su despliegue ante el Sporting fue un espectáculo. Ver para creer.


"¿Qué hubiera pasado si Lisci hubiera continuado en el banquillo granota? La respuesta es sencilla viendo líder a este Mirandés hecho a base de retales y cesiones"

Citemos más cosas increíbles de esta hiper emocionante categoría: los siete primeros equipos apelotonados en un pañuelo de cuatro puntos a estas alturas de temporada. El domingo frente al líder Mirandés de nuestro Alessio Lisci tenemos otra magnífica oportunidad para volver a coger el pulso de la cabeza.


Lo del técnico romano merece un apartado propio. Jamás habíamos visto una evolución tan espectacular en los banquillos. Llegó al club como becario para ser ayudante del preparador físico del Juvenil en 2011 y acabó de primer entrenador del Levante UD diez años después, a los 36 años. Su media temporada en la segunda vuelta fue más que notable, pese al descenso, aunque los pesos pesados de aquel vestuario, algunos mayores que él, no se lo pusieron nada fácil.


Felipe Miñambres lo menospreció no considerándolo válido para el proyecto del ascenso y tuvo que marcharse haciendo bueno el dicho de “nadie es profeta en su tierra”. Otra muesca en el “debe” de Miñambres.


Siempre nos hemos preguntado qué hubiera pasado si hubiera continuado. La respuesta, contemplando líder a este Mirandés hecho a base de retales y cesiones, es fácil de responder. O no.


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