Nafti agita el once inicial, pero el Levante no propone nada para sorprender al Burgos y firma un nuevo empate
Sorpresa en El Plantío: 0-0. Se preveía un partido duro, intenso y de pocas ocasiones. Y el Levante UD no hizo nada para remediarlo. Nafti alteró la alineación habitual en una decisión que parece más improvisación que planificación. Juntar arriba a jugadores de la calidad de De Frutos, Bouldini, Brugué, Ibáñez o Montiel debería ir de la mano con plantear algún tipo de alternativa ofensiva, más allá de los famosos saques de banda y los pelotazos de Son al área.
El Levante UD no sabe a qué juega. Es tan dramático como cierto. Hace apenas un mes salió en Zaragoza con 7 jugadores de corte defensivo y hoy concentró todo el arsenal ofensivo desde el principio. Y por el camino vaivenes continuos: Franquesa de titular a no contar, Wesley de referencia a revulsivo, Cantero sin minutos, Rober Pier titular… Cárdenas, Vezo, Son, Iborra y De Frutos parecen los únicos indiscutibles.
Pero el problema del Levante va más allá de nombres. El equipo es irreconocible. No plantea nada. Y parece esperar a que lleguen los goles por inspiración, como el día del Villarreal B.
Nafti empieza a agotar la paciencia de la afición, que sabe perfectamente lo que es la Segunda División. Más de 40 temporadas del Levante en ella son suficientes para aprender que es una categoría larga, difícil e igualada, pero también para darse cuenta de que no hay que desaprovechar jornadas porque al final de temporada puedes echar de menos los puntos que perdiste al principio.
La escasez de derrotas sigue siendo la mejor aliada del tunecino. Es cierto que el equipo mejoró respecto a las salidas de Zaragoza y Oviedo, pero el Levante sigue oliendo a mitad de tabla. Todavía es pronto para tomar decisiones trascendentales para el devenir de la temporada, pero esperemos que llegado el momento no sea demasiado tarde. Va a empezar octubre y urge encontrar un equipo reconocible.
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