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José Martí

Hasta el final

La falta de ambición de Calleja es irremediable. Cuanto antes lo asimilemos, menos sufriremos


Todavía hay inocentes granotas que, a estas alturas, siguen desesperándose por la falta de ambición de Calleja y su incapacidad para sacar adelante los partidos con cierta solvencia. No terminan de asimilar que el míster marca otro ritmo y se conforma con ir avanzando lentamente hasta que el objetivo final se consiga casi por inercia. O no. Como ocurrió el pasado curso. Por cierto (abrimos paréntesis) el árbitro que se la lio al Almería dejándose engañar por el VAR en el Bernabéu es el mismo que, también gracias al VAR, nos privó del ascenso con el penalti en el 129 (cerramos paréntesis).


“Lo importante es la constancia, que no haya altibajos, estar tranquilos e ir creciendo poco a poco” comentan dentro del vestuario. “Sí, no empecemos a puntuar de tres en tres no vaya a ser que nos destaquemos en la tabla y pueda pasar algo”, pensamos otros. Pero no nos vamos a enfadar a estas alturas. No vale la pena. Es tan previsible. Como lo del arbitraje del Almería.

Si usted es de esos granotas que todavía pierden los nervios por las decisiones y las actitudes del banquillo, relájese y asimílelo de una vez porque resta toda la segunda vuelta

La mayoría teníamos la certeza en nuestro fuero interno que al final nos empatarían en Anduva. Hasta Calleja. Si no, ¿cómo se explica que en tiempo de descuento en lugar de sacar a veteranos con experiencia como Postigo haga debutar en la categoría a un chaval de 16 años, lateral carrilero al que ubica de tercer central? Jugar con fuego. Vivir en el alambre. Más difícil todavía.  

La eclosión de Carlos Álvarez da una idea de la tremenda capacidad de creación de este equipo. El problema es que el director de orquesta les corta las alas y les impide volar.

 

Porque también sabemos que, gracias a Miñambres, contamos con una plantilla extraordinaria, de las mejores de la categoría, superior para jugar en Segunda a la del pasado curso. La eclosión de Carlos Álvarez da una idea de la tremenda capacidad de creación de este equipo. El problema es que el director de orquesta les corta las alas y les impide volar, con jugadores fuera de sitio como el propio Carlitos, Lozano o Pablo Martínez.


El míster alega en defensa propia la gestión emocional de la plantilla para saber manejar esas situaciones e ir creciendo, como si la temporada fuera infinita y nunca terminara. Viene a plantear la existencia de un trauma clavado en el subconsciente de los jugadores por lo ocurrido en el 129. Pamplinas. Si en el minuto 90 ganas por dos goles de diferencia no aparecen fantasmas por ningún sitio. El problema es la falta de ambición y valentía.

Si en el minuto 90 ganas por dos goles de diferencia no aparecen fantasmas por ningún sitio. El problema es la falta de ambición y valentía.

Si usted es de esos granotas que todavía pierden los nervios por las decisiones y las actitudes del banquillo, relájese y asimílelo de una vez porque resta toda la segunda vuelta. Es un tema que lleva tanto tiempo entre nosotros que ya ha perdido todo exotismo y ya es simplemente otra pieza de lo que somos, como las piernas o las pesadillas. Nada nuevo bajo el sol. La sorpresa será el día que eso cambie. Y todavía no ha llegado ese día.

Tengan por seguro que vamos a seguir sufriendo en todos los partidos hasta que el árbitro pite el final. Gracias Javier Calleja. O no.

 

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