Ni siquiera nos hace falta un manual de instrucciones para entender el nuevo modelo de competición.
No tenemos mucha idea de cómo funciona la nueva Champions, pero lo peor no es eso. Lo peor es que no tenemos ninguna gana ni intención de enterarnos de cómo funciona. Más ahora que los jugadores van a paralizarla con una huelga y se anuncia una especie de mundial de clubs o algo similar para el futuro inmediato.
En su momento oímos algo, escuchamos ruido de fondo, pero sin poner ningún interés en “la nueva Champions”. Apenas entendimos nada cuando lo explicaron y, a estas alturas, la vida es demasiado corta para perder el tiempo leyendo los manuales de instrucciones. Ya nos pondremos al corriente cuando toque, pensamos entonces, pero -como dicen los horteras- la pelota ya rueda y seguimos igual, sin enterarnos.
Los granotas tenemos la cabeza en lo importante: en el partido del domingo frente al Almería
En realidad, si eres del Levante se puede vivir sin saber cómo funciona “la nueva Champions”. Y más si estás arriba en la tabla de Segunda. Aunque solo sea la sexta jornada y la igualdad sea máxima. Tenemos la cabeza en otra cosa, en lo importante. En el partido contra el Almería del domingo a mediodía. En disfrutar del juego eléctrico de Carlitos. En analizar las palabras semanales siempre motivadoras de Julián Calero. Todo irá bien.
Tampoco crean que es tan sencillo entenderlo. El modelo escogido adopta algo parecido a lo que se conoce en ajedrez como 'sistema suizo’. Hicimos una pequeña incursión para intentar desentrañar el galimatías. Que si los ocho primeros pasan a eliminatorias tras otros tantos partidos de la primera fase, aunque no hayan jugado contra todos; que si los siguientes dieciséis se enfrentan en otra ronda extra; que si hasta el 32 no se qué.... Lo que sabemos con certeza es que los dos primeros suben directos y los siguientes cuatro van al play-off. Hyperemoción. Ahí estamos. Eso seguro.
No lo ponen nada fácil. Solo la semana pasada se mezclaron partidos de cuatro jornadas distintas de Liga con la Champions. Como para no perderse. Rodri tenía razón antes de caer en combate. Demasiados partidos, demasiado lío. Hasta los aficionados de sofá están agotados, al borde de la rotura del cruzado.
En fin, ya nos enteraremos tarde o temprano, por inercia, y si no, ya le preguntaremos a nuestros hijos, que para eso están los hijos, para eso conviene tenerlos a mano. Porque un día eres joven y al siguiente eres tu padre preguntando a qué hora se juega el partido de la Champions. Y que si es jueves será la UEFA, porque la Champions son los martes y miércoles. O ya no. Pues a qué hora va a ser, a la de siempre (ahora creo que no, pero tendría que consultarlo).
Siento el spoiler, pero, aunque apenas la entendamos, estamos en condiciones de asegurar que es muy probable que al final la gane el Madrid. Por muy mal que esté. Y que el Levante subirá. O no.
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