El Levante madura un partido que nunca quiso ganar, pero continúa su racha positiva y firma un punto en Granada
El encuentro del Levante en Los Cármenes tiene una doble lectura: la de un equipo pequeño que salió a aguantar el resultado y sorprender a la contra o la de un bloque sólido que sacó un punto del estadio de un rival directo en una jornada intersemanal con 3 partidos en 7 días.
En función de la interpretación del partido, el aficionado analiza el partido de un modo u otro: con la sensación de haber perdido la oportunidad de sumar 5 victorias consecutivas en un estadio complicado ante un rival dubitativo o con la satisfacción de que el equipo camina hacia delante, sigue sumando y se consolida como un conjunto muy fiable a pesar de desplegar un juego pobre.
Lo que está claro es que el Levante de Calleja todavía está en fase de construcción. Algo normal si tenemos en cuenta que el míster llegó hace apenas un par de semanas. Pero ladrillo a ladrillo el Levante UD se consolida en la zona noble de la tabla.
En Los Cármenes salió un equipo nuevo, con varias rotaciones y sorpresas en la alineación: Martínez de vuelta a la titularidad, Pepelu sin minutos y Campaña en beneficio de Montiel. Mención aparte al lastre de Pubill, para variar, en el lateral derecho. Es cierto que es guerrero en el campo, muy joven y canterano. Pero también es cierto que está muy verde, descolocado y con errores infantiles. En Andorra lo demostró y en Granada lo confirmó. Necesita mucho más rodaje para ser titular en un equipo de ascenso. Quizás Son no es el lateral derecho que Orriols querría. Pero, con sus limitaciones, es un carrilero cumplidor para la categoría, que en Granada firmó un un buen partido.
Todavía faltan muchos mimbres por encajar: Campaña demuestra ganas y actitud, pero todavía parece descolocado, la garra de Bouldini puede convertirse en su peor enemigo y Cárdenas se muestra algo inseguro. Pero qué mejor que sumar puntos para seguir creciendo como equipo. El buen fútbol ya llegará, de momento sigamos sumando.
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