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José Martí

Descontrol emocional

Duele una derrota en los últimos minutos achacable a unas malas decisiones del míster que hundieron al equipo


Hemos intentado pasar página de lo ocurrido en la última jornada en tierras del Ebro, pero no podemos. Quizás se hizo más duro por haberlo vivido in situ desde una esquina del reducido Anduva. Le damos vueltas al discurrir del partido y todavía no entendemos cómo es posible que el Levante perdiera frente al Mirandés, en un encuentro dominado y controlado.


Todo señala al míster… y a la sospechosa epidemia de gripe propagada entre el vestuario granota. Su horrorosa gestión de los cambios permitió que el equipo bajara poco a poco en prestaciones hasta prácticamente regalar la victoria a un conjunto local que, hasta ese momento, apenas había inquietado a Andrés Fernández


Alessio le ganó la partida a Calero. Suponemos que también se habrá dado cabezazos contra la pared. Es muy fácil hablar a toro pasado. Como reza el dicho rural “a cojón visto, macho seguro”, pero hay varias cuestiones evidentes: no se puede desmontar todo el medio campo que está sosteniendo el equipo, ni siquiera para ganar tiempo con los cambios o por una amarilla de Algobia; es un riesgo meter a tres jugadores de golpe cuando vas ganando y retirar a otros “enchufados” como Kocho o Carlos; no puedes dejar vendido a Andrés García en la banda derecha con un extremo perdido como Óscar Clemente que ni siquiera es capaz de mantener el sitio; tampoco puedes sacar en los últimos minutos a un jugador que lleva tiempo sin jugar y sin ritmo para que se enganche a un partido que va a mil pulsaciones; ni puedes dejar a los centrales en inferioridad ante los cambios ofensivos del rival y permitir que en los arreones finales se la jueguen en el uno contra uno;  además, nos parece un lujo de entrenador sobrado sacar de inicio en punta al excomandante sabiendo de su escasa contribución al juego y lo poco que aporta de salida en esa posición.


"Vienen tres partidos en siete días frente a rivales “asequibles” con los que reconducir el camino y comenzar 2025 con las opciones intactas para lograr el ascenso"

El técnico madrileño adujo en su defensa desgaste físico (epidemia de gripe) y falta de manejo emocional en los instantes finales, como si Anduva presionara como si fuera Old Trafford. “Descontrol emocional”, dijo.


Pese a todo hay razones para la esperanza. El Levante hizo un partido serio y solvente hasta el minuto 80.  Solo queda el consuelo de pensar que ha sido una oportunidad perdida pero que ayuda a crecer. Nos quedamos con su mensaje final: aprender a manejar los momentos decisivos del partido será esencial para evitar que estas situaciones se repitan.


Ahora vienen tres partidos en siete días frente a rivales “asequibles” antes del parón (Córdoba, Albacete y Huesca). Toca olvidar y pasar página de una vez porque es imprescindible reconducir el camino y comenzar 2025 con las opciones intactas para lograr el ascenso. O no.

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