Hablar de Javier Calleja es hablar de un hombre tranquilo. Un entrenador con las ideas claras, concienciado de que su sistema es la mejor fórmula para llegar al éxito. Tras los mini tropiezos de Las Palmas y Lugo, se podían esperar grandes modificaciones y cambios en la formación, sin embargo, Calleja es un entrenador continuista, un tipo convencido de sí mismo, de lo que propone y de lo que se guarda, un técnico que transmite paz y confianza. Un guía sereno con sus directrices, pero firme en la dirección del camino a tomar. Y, de momento, no le va mal: 7 partidos sin perder, 15 de 21 puntos posibles y a 3 puntos del liderato.
El entrenador granota volvió a plantar su clásico 4-2-3-1 ante el Málaga. Un sistema que quizás peca de su principal virtud: el orden. El Levante es un equipo rocoso, un bloque defensivo, con ayudas continuas de los extremos y un mediocampo poblado y muy bien estructurado. No obstante, en fase ofensiva le cuesta mucho alterar ese orden inicial para sorprender a un rival, que se encuentra excesivamente cómodo defendiendo en bloque bajo.
Ante el Málaga, Iborra desatascó un partido que el Ciutat de Valencia ya ha presenciado varias veces esta temporada. De hecho, el encuentro pudo ser una réplica del día del Sporting. Partidos cerrados en los que una acción puntual decanta la balanza del que más lo intenta. Jornadas en las que lo más importante es sumar de tres. Y más ante lo que se viene encima: el Levante vuelve a la senda de la victoria en la semana previa de los enfrentamientos contra Ponferradina y, sobre todo, Alavés y Eibar.
De momento, Calleja ha guardado piezas claves pensando en ello: Campaña, Pepelu y Brugué deberían tener más presencia el jueves. Esperemos terminar la primera vuelta alabando la impresionante racha del equipo. Mientras tanto, Calleja transmite seguridad en sus decisiones, consciente de que queda un camino muy largo por recorrer, pero de que andamos por el sendero correcto. Para él, los tropiezos no son excusas para introducir grandes alteraciones, sino oportunidades para demostrar que su idea es la mejor solución para superarlos.
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